15 may 2008

River__Gimnasia



Por diferentes motivos no se subira el partido de San Silencio, asi que se
continua directamente con el partido en el monumental con River Plate
en el Monumental!



El factor anímico en el fútbol es fundamental. Sobran ejemplos de equipos que han logrado hacer historia sin llegar ni siquiera a rozar la excelencia en su funcionamiento colectivo y futbolístico.Gimnasia hoy (por el domingo) volvió a demostrar que pese a imponer su juego durante el primer tiempo, no soporta ningún tipo de situación desfavorable mientras la pelota está en movimiento. Como un boxeador cansado, que siente besar la lona con el mínimo golpe, el Lobo volvió a caer en la misma vorágine negativa de la mayoría de sus domingos.Cuando River consiguió el empate, todos… absolutamente todos (el Monumental, los jugadores rivales y seguramente los aficionados del fútbol prendidos a los televisores de sus hogares) supusieron el desenlace de esta historia… le dieron la cruel bienvenida a una nueva e inminente derrota del equipo de Sanguinetti.Sin duda, el principal problema tripero, es su nula inteligencia en la victoria y su eterna negatividad en la derrota. No se está hablando de garra, se habla de carácter, de equilibrio mental… de la serenidad necesaria para saber detener a un equipo tan golpeado como River. Al margen del hipócrita exitismo que nos tiene acostumbrados el público futbolero de nuestro país, el conjunto de Simeone se fue insultado en el entretiempo y aplaudido al final del partido y eso, por otro lado y aunque duela en el alma, es también un ejemplo de lo que el Lobo todavía no ha logrado hacer: decir “no importa” y dejar a un lado el entorno para lograr llevarse lo que fue a buscar.Mas allá de tener un equipo joven, un plantel cortísimo y al margen de los gustos de cada uno sobre quién o cómo debería jugar Gimnasia (tema por demás complejo porque las discusiones futbolísticas son eternas y es difícil lograr un consenso cuando los resultados no se dan), sin lugar a dudas, el gran problema del Lobo, es encontrar su equilibrio mental y grupal para tomar las decisiones correctas y no morir luego del primer golpe rival.El sábado que viene, se impondrá el barrio, la camiseta, las cargadas, los partidos en la plaza con dos colores de un lado y dos colores del otro y para eso hay que estar fuerte mentalmente y creer que un gol rival no es perder el partido. Así, sólo de esa manera, se juegan las finales de este tipo: con muchísima garra pero sobre todo entendiendo que la mejor respuesta a la adversidad es no dejarse caer.

Gracias Letra G.
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